Selachimorpha
Los selacimorfos son un superorden de condrictios (peces cartilaginosos) conocidos vulgarmente con el nombre de tiburones, o también llamados escualos.
Se caracterizan por ser grandes predadores. Los tiburones incluyen desde especies pequeñas de las profundidades marinas, hasta el tiburón ballena, el mayor de los peces, el cual se cree puede llegar a medir una longitud de 18 m y se alimenta únicamente de plancton. El tiburón toro puede desplazarse a agua dulce y algunos ataques de tiburones han ocurrido en ríos. Algunas de las especies mayores, en especial el tiburón mako y el tiburón blanco, son endotermos parciales, capaces de mantener parcialmente su temperatura corporal por encima de la que se encuentra el medio acuático en el que viven.
Los tiburones son miembros de la clase Chondrichthyes, la cual incluye también las rayas y las quimeras. Existen 368 especies de tiburones reconocidas actualmente vivas, distribuidas en 8 órdenes; hay aparte, 7 órdenes extintos.
Esqueleto
A diferencia de otros peces, los tiburones, tal cual se ha indicado al inicio, son condrictios -peces cartilaginosos- es decir: tienen un esqueleto hecho de cartílago en vez de hueso. El esqueleto está reforzado en algunos lugares por unas placas especiales llamadas tesserae, que están formadas por sales de calcio sólido. Todos los tiburones tienen dientes que son producidos regularmente y que mudan en intervalos regulares, ya que tienen tres ileras de dientes, las cuales se reproducen a lo largo de su vida. Algunos pueden producir miles de dientes al año, los viejos se van aflojando y son remplazados por una nueva fila de dientes detrás de ellos. Los dientes están diseñados principalmente para capturar o rasgar su presa.
Piel
Una de las características más definidas de los tiburones son pequeñas escamas que lucen como dientes cubriendo su piel, éstas son llamadas dentículos dérmicos. Son estos dentículos los que le dan a la piel del tiburón la apariencia de un papel de lija. Además, otra función de esta piel tan específica es la de actuar como un silenciador, ya que el agua se distribuye hacia dentro de las hendiduras y no hacia afuera, limitando la fricción contra el agua, mejorando la movilidad y velocidad y, además, haciendo que el desplazamiento sea muchísimo más sigiloso.
Respiración
A diferencia de otros peces que poseen agallas, en su lugar los tiburones tienen de cinco a siete pares de ranuras branquiales, que casi siempre están ubicadas a cada lado de su cabeza. Algunos tiburones tienen que nadar constantemente para respirar, mientras que otros pueden quedarse inmóviles en el fondo.
Sentidos
A partir de una evolución de los oidos, los tiburones, como otros peces, poseen una línea lateral a cada costado de su cuerpo que le permite detectar cambios de presión y movimientos en el agua; como otros elasmobranquios también poseen en su morro ampollas de Lorenzini: órganos sensibles a los campos eléctricos (en especial a los pequeños campos eléctricos generados por otros seres vivos en el agua) tal sensibilidad a los campos electricos parece especialmente desarrollada en los tiburones martillo. Los ojos de los tiburones tienen al parecer una excelente visión potenciando la capacidad de ver en condiciones de poca luz (por ejemplo al cazar en cuevas o durante la noche o a grandes profundidades) merced a que tras la retina poseen un tapetum lucidum. Se considera que poseen también muy desarrollados los sentidos del olfato y del gusto (lo que les permitiría, a partir de pocas moléculas, oler y saber la presencia de potenciales presas a bastante distancia).
Digestión
El esófago es corto, con un estómago en forma de "J", que puede llegar a ser casi una décima parte del peso total. El alimento se almacena en el estomago por un periodo variable de tiempo, normalmente 3 días (aunque un estudio realizado sobre un tiburón tigre que murió en cautividad reveló que en el momento de su muerte poseía en el interior de su estomago restos sin digerir de 2 semanas). El estomago libera un fuerte ácido que deshace la comida. El intestino delgado es muy corto con un sistema de válvula espiral que amplía la superficie de las paredes intestinales, donde se absorben todos los nutrientes. Lo que no puede ser absorbido pasa al colon para luego ser desechado. Del aparato digestivo el hígado es su órgano más grande y representa hasta el 25% del peso corporal. Es bilobulado, y al ser muy rico en grasas de muy baja densidad, tiene una doble función, por un lado la de acumular energías y por otro la flotabilidad casi neutra que le permite ascender y descender con la misma facilidad con la que lo hacen los peces que tiene vejiga natatoria.
Sus hábitos alimenticios son muy variados, y se pueden distribuir en cortos y largos plazos. Así, un tiburón puede comer en un día lo suficiente como para no tener que abastecerse en un mes. Aun así, al día los tiburones comen del 0,4 al 2 % de su peso. Siendo lo normal que los tiburones se alimenten cada 2 ó 3 días de un equivalente al 5 % de su peso corporal.
También influye la temperatura ambiente a la hora de alimentarse. Así, si un un tiburón de aguas cálidas tarda 3 días en hacer la digestión completa, uno de agua fría puede tardar 5 días. A esto le han puesto solución los lámnidos que, además de su temperatura muscular, poseen un sistema de intercambio de calor en sus vasos sanguíneos, con lo que el intestino está más caliente y la digestión se hace más rápida.
De las más de 375 especies de tiburones encontradas en los océanos del mundo, solo unas 30 atacaron alguna vez a seres humanos. Las especies responsables de la mayoría ataques no provocados a humanos son el tiburón blanco, el tiburón tigre, el tiburón Toro y el tiburón sarda.
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