Ballenas

Las ballenas


Ballena (mamífero), nombre genérico que reciben los mamíferos marinos que constituyen el orden de los Cetáceos. Se diferencian del resto de mamíferos en que pasan toda su vida, desde que nacen hasta que mueren, en el agua. El término cetáceo se utiliza para nombrar de forma general a las 78 especies que existen de ballenas, delfines y marsopas.

La investigación científica ha demostrado que las ballenas descienden de un animal terrestre con cuatro extremidades, tal vez un ungulado primitivo (mamífero con pezuñas), que puede haber dado lugar a los ungulados modernos. Los primeros restos fósiles de ballena conocidos datan de hace 52 millones de años, pero muchos científicos estiman que el origen de estos animales se remonta aún más atrás, hace 60 millones de años. Hace poco se han descubierto esqueletos fósiles de cetáceos en Pakistán que datan del eoceno y que indican que las primeras ballenas ondulaban la columna vertebral para nadar y mover la parte final del cuerpo en sentido vertical, arriba y abajo, de modo similar a como lo hacen las nutrias modernas.

Anatomía General de la ballena

La adaptación a la vida acuática de las ballenas ha sido de tal magnitud que su apariencia recuerda por completo a la de un pez. Las extremidades anteriores han evolucionado hasta convertirse en aletas; aunque sus huesos todavía muestran reminiscencias de elementos óseos articulados terminados en dedos, las extremidades posteriores se han perdido por completo y no hay ninguna conexión anatómica entre éstas y la cola. La cola es grande, dispuesta en un plano horizontal y constituye el principal órgano propulsor en el desplazamiento de la ballena; además, no contiene hueso sino tejido elástico y fibroso que le confiere firmeza y flexibilidad.

Al igual que otros mamíferos, las ballenas tienen pulmones. Respiran a través de uno o un par de orificios (espiráculos), situados encima de la cabeza y al contrario de lo que se cree, no expulsan agua cuando exhalan el aire y forman el característico surtidor. Éste varía en longitud y forma según la especie de que se trate; consiste en vapor de agua más una cantidad pequeña de agua que queda en la depresión situada alrededor del espiráculo y que es lanzada a la atmósfera cuando la ballena expulsa el aire de los pulmones.

Ciclo biológico

La reproducción de las ballenas es en esencia similar a la del resto de mamíferos. Tras alcanzar la madurez sexual, los animales llevan a cabo un cortejo después del cual viene la cópula, que en el caso de las ballenas tiene lugar en el agua (no se sabe si las parejas permanecen después juntas o no). La hembra pare una sola cría tras un periodo de gestación que varía entre nueve y dieciséis meses según la especie.


El joven ballenato puede nadar desde el mismo instante en que nace, y subir sin ningún tipo de ayuda hasta la superficie para respirar por primera vez. Poco después comienza a tomar leche de cualquiera de las dos mamas situadas a cada lado de la abertura genital de la madre. La leche de ballena es muy nutritiva y el ballenato crece muy deprisa. Por ejemplo, la cría recién nacida de una ballena azul, que mide 7 m de longitud y pesa 1,8 toneladas, dobla su peso en su primera semana de vida; cuando tenga siete meses de edad medirá 17 m de largo y pesará 22 toneladas. Es posible que las crías sean destetadas entre ocho meses y dos años después de su nacimiento; sin embargo, la edad a la que comienzan a llevar una vida independiente se desconoce en la mayor parte de las especies. En algunas, como en la orca, parece que los jóvenes siempre permanecen junto al grupo familiar, que oscila entre cinco y doce individuos.

Sentidos e inteligencia

El oído es el sentido más importante de las ballenas. Se sabe que producen al menos dos tipos de sonidos: los que intervienen en su sistema de ecolocación y las vocalizaciones. Es probable que ambos se produzcan como consecuencia del movimiento del aire al entrar y salir de los sacos nasales. Los sonidos de ecolocación funcionan como una especie de sonar biológico, mientras que las vocalizaciones son las conocidas canciones de las ballenas parecen ser más bien un medio de comunicación entre los miembros de la misma especie.

El misterioso canto de las ballenas

Hace más de cincuenta millones de años, un grupo de mamíferos terrestres, denominado Archaeocetos (de donde surgen los dos grupos de cetáceos) se aventuró en el mar. Pero el regreso al agua, implicó solucionar una serie de problemas que han sido verdaderos retos evolutivos. Los más importantes son el mantenimiento de la temperatura corporal en un líquido donde la pérdida de calor es más rápida; la configuración de un cuerpo hidrodinámico para moverse ágilmente en un fluido más denso que el aire; la resistencia a una presión de muchas más atmósferas que en tierra; la respiración pulmonar allí donde la mayoría de sus cohabitantes extraen el oxígeno directamente del agua a través de branquias; el parto y alimentación de las crías en un medio frío, irrespirable y difícil para el amamantamiento; o el desarrollo de los sentidos donde el tacto y el olfato tienen un papel menor, la visión se reduce con la profundidad y la comunicación está sujeta a las leyes del sonido en el agua, donde su transmisión es mayor.


Las ballenas y los seres humanos

En la actualidad hay unas cuarenta especies de ballenas y de ellas la mitad están consideradas como raras, es decir, que no son muy numerosas (puede que nunca lo fueran). Muchas de las ballenas de nariz alargada (o pico), entran dentro de esta categoría; por otro lado, la mayoría de especies con valorcomercial están consideradas como especies amenazadas; entre ellas se cuentan el rorcual o ballena azul, el rorcual norteño, el rorcual franco, la ballena vasca, la ballena franca o de Groenlandia y muchas poblaciones de cachalote. La causa principal de la regresión de estas especies es la cazaexcesiva, que hace que el número de ballenas capturadas sea mayor que el de ballenas nacidas. Si la pesca de ballenas no se regula, muchas de estas especies desaparecerán y, en algunos casos, las poblaciones son ya tan reducidas que quizá nunca se recuperen.